¡Buenos días! Es la penúltima semana de curso y desde el
Gabinete de psicología y logopedia de CES Educa os mandamos ánimos para los
últimos exámenes y recuperaciones.
Esta semana queremos continuar con un tema del que
hablamos hace unas pocas semanas y que es de vital importancia en nuestro día a
día: cómo nos comunicamos. ¿Ya habéis reconocido cuál es vuestro estilo de
comunicación predominante? ¿Habéis identificado en qué situaciones tenéis un
estilo de comunicación más pasivo o más agresivo? Ya comentamos que pocas veces
una persona se sitúa en un estilo de comunicación puro y va a depender de
muchos factores tales como: nuestro estado emocional, la confianza con esa
persona, nuestras habilidades de gestión de las emociones, la autoestima, entre
otros.
Es importante tener en cuenta, que las habilidades
sociales son fundamentales en nuestro día a día y están relacionadas
directamente con nuestro bienestar personal y nuestra autoestima. Esto es
debido a razones como:
Ø En primer lugar, las relaciones interpersonales son
nuestra principal fuente de bienestar, y también pueden convertirse en una
fuente de estrés y malestar, sobre todo si tenemos déficits en las mismas.
Ø Por otra parte, mantener relaciones satisfactorias con
otras personas facilita la autoestima. ¿Acaso no nos sentimos mejor cuando
cuidamos las relaciones personales con las personas de nuestro entorno?
Ø En muchos casos, la falta de habilidades sociales nos
lleva a sentir emociones negativas como la frustración, la ira o la tristeza; y
a sentirnos rechazados, infravalorados o desatendidos por los demás.
Ø
Por último, las
personas con pocas habilidades sociales son más propensas a padecer
alteraciones psicológicas como la ansiedad o la depresión.
Con todo esto, ¿para qué nos sirve entrenar las
habilidades sociales? Ser socialmente hábil nos ayuda a incrementar nuestra
calidad de vida, en la medida en que nos ayuda a sentirnos bien y a obtener lo
que queremos.
Pero no se trata de alarmarnos, sino de hacernos
conscientes de que muchas veces descuidamos nuestras habilidades para
relacionarnos con los demás, y esto puede tener efectos negativos tanto sobre
nuestra autoestima, como sobre nuestro estado anímico. Por eso es importante
que comprendamos y las pongamos en práctica; porque con entrenamiento seremos
mucho más hábiles para enfrentarnos a situaciones incómodas. Un ejemplo de
estas situaciones son aquellas en las que nos gustaría tanto ser capaces de
decir “no”, responder ante una crítica que no nos guste, o dar nuestra opinión
sin sentir que estamos ofendiendo a la otra persona.
El sentirse incapaz de defender tus derechos o dar tu
opinión y relacionarte, o por el contrario, lo hace de una manera hostil sin
tener en cuenta los sentimientos de los demás, van a tener un efecto en nuestra
autoestima. ¿Cuáles son estos efectos en la autoestima según nuestro estilo de
comunicación dominante?
-
Pasivo:
las personas con un estilo de comunicación pasivo, a corto plazo, consiguen
evitar los enfrentamientos y los posibles desacuerdos, lo que puede parecer
positivo; pero a largo plazo esa evitación produce sensación de vacío y
tristeza. Acaban evaluándose a sí mismos de forma negativa, ya que se sienten
incapaces de expresar lo que desean. Incluso se pueden sentir dependientes de
los demás, mostrar desconfianza, impotencia e incluso rencor ya que se sienten
presionados a hacer lo que los demás les están pidiendo, aunque cuando esta
presión no es real. Sienten en muchos casos falta de control sobre la
situación. Se sienten en muchos casos incomprendidos por los demás. Además,
sienten rabia hacia sí mismos por no enfrentarse a las situaciones y hacia los
demás por hacerles peticiones que les sitúan en la incómoda situación de tener
que aceptar aquello que no quieren.
-
Agresivo: a
corto plazo, en muchas ocasiones podríamos decir que consiguen resultados
positivos porque expresan sus emociones, su conducta genera sentimientos de
poder y superioridad ante los demás. Aunque, no debemos olvidar, que también
pueden obtener resultados negativos de Ira o ansiedad a raíz de sus respuestas.
A largo plazo los resultados se vuelven aún más negativos ya que aparecen los
sentimientos de culpa y remordimiento por la conducta realizada. Sus relaciones
sociales se deterioran a raíz de la tensión que se genera, y en consecuencia
pierden a personas que para ellos son importantes, así como también llegan a
sentirse rechazados.
-
Asertivo: el
estilo asertivo a corto plazo, suele
conseguir lo que quiere/necesita con “mano izquierda”. Se respeta
a sí mismo y a los demás, y se siente respetado. A largo plazo, se siente a
gusto y bien consigo mismo, y los demás se sienten a gusto con él/ella puesto
que los respeta y les muestra sinceridad en sus opiniones. Además actúa de
acuerdo a sus principios y valores.
Hasta aquí la publicación
del blog de esta semana. Esperamos que os haya resultado interesante y os anime
a seguir reconociendo cuál es la manera que tenemos de comunicarnos y si puede
estar teniendo alguno de estos efectos en nuestra vida en nuestra autoestima.
Como
siempre, sabéis que podéis llamarnos y concertar cita para cualquier duda o
problema que os esté generando malestar que en el Gabinete de psicología y
logopedia de CES Educa estaremos encantados de ayudarte.
¡BUENA
SEMANA!
Laura Alonso Rodríguez
Psicóloga colegiada M-28753
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