miércoles, 2 de enero de 2019

CUADERNOS DE LOGOPEDIA: LA TARTAMUDEZ INFANTIL (DISFEMIA)


Una semana más acudimos a nuestra cita para tratar cuestiones de interés que resolvemos en nuestro servicio de Logopedia. Hoy vamos a hablar sobre un trastorno que afecta a la fluidez del habla: la tartamudez, también llamada en el ámbito médico y logopédico como disfemia.

Este trastorno afecta tanto a niños y niñas como a adultos. Actualmente no se conoce con exactitud la causa de la tartamudez. Sin embargo existen diferentes factores que pueden estar relacionados. La disfemia puede ocurrir porque hay un error o una demora en el mensaje que el cerebro del niño/a envía a los músculos de la boca necesarios para la producción oral. Este error o demora en el envío del mensaje hace que sea muy difícil coordinar los músculos de la boca cuando se está hablando y, como resultado se produce la tartamudez. También debemos tener presentes factores genéticos ya que un niño/a que tenga en su historia familiar alguien con tartamudez tiene más probabilidad de desarrollar disfemia infantil pero no necesariamente, habría que analizar cada caso. Debemos tener en cuenta que la disfemia es evolutiva en un inicio cuando los más pequeños están adquiriendo el lenguaje y es necesario valorarla cuando persiste en el tiempo.

La frecuencia con la que tartamudean los niños y niñas con disfemia varía mucho de un caso a otro. Algunos niños/as solo lo hacen de forma ocasional a lo largo del día, mientras que otros pueden tartamudear en cada palabra que digan. La tartamudez puede cambiar mucho de un día a otro, en semanas o meses. A veces, puede desaparecer por completo durante días, semanas o meses y volver a aparecer de nuevo. Pueden existir situaciones particulares que empeoran o mejoran la tartamudez de los niños/as, por ejemplo, cuando están cansados, enfadados o excitados pueden tartamudear más. Los niños/as que tartamudean pueden sentirse frustrados o avergonzados por la forma en la que otros niños/as reaccionan cuando lo hacen. Esto hace que eviten hablar en público o que cambien lo que querían decir para facilitar un habla fluida.

La disfemia no afecta al desarrollo pero si ésta continúa hasta que el niño/a alcanza el primer curso de educación primaria puede convertirse en un problema, ya que al tartamudear pueden aislarse de las actividades grupales y ser víctimas de acoso escolar o bullying, afectando a su rendimiento académico.

¿Cuándo intervenir y cómo lo hacemos? Lo más adecuado es consultar con un profesional para realizar una evaluación y enmarcar el problema: cuánto tiempo hace que el niño/a comenzó a tartamudear, edad de inicio, si ha existido algún cambio, número de veces que tartamudea en el habla espontánea y en el habla dirigida o provocada, identificación de factores ambientales, lingüísticos y psicológicos…Posteriormente hacemos el tratamiento individualizado que más se adapte a la edad del niño/a y a la naturaleza de la tartamudez.

Si tu hijo/a presenta alguna alteración en el habla y crees que tartamudea, ven a consultarnos. Aquí os dejamos algunos consejos que pueden ayudarle:
  • No le exijas hablar bien y de forma correcta todo el tiempo. Es importante que hablar sea algo divertido y relajado para él.
  • Aprovecha las comidas familiares para hablar. Evita las distracciones como la televisión o dispositivos móviles.
  • Evita correcciones del tipo “respira hondo”,” tómate un tiempo”. Aunque estos comentarios sean bien intencionados pueden hacer que tu hijo/a sea más consciente de su problema y puede afectar a su autoestima.
  • Evita que tu hijo/a continúe hablando o leyendo cuando está incómodo o cuando la tartamudez aumenta. En esos momentos es importante animarle a hacer actividades que no requieran hablar.
  • No le digas a tu hijo/a que piense antes de hablar.
  • Es importante que la casa sea un ambiente tranquilo para que tu hijo/a se sienta cómodo y así inicie conversaciones espontáneas.
  • Mantén el contacto ocular con tu hijo cuando esté tartamudeando. Evita quitarle la mirada o mostrar signos de decepción.
  • Háblale despacio. Esto te llevará un tiempo, pero ayudará a mejorar la fluidez de habla de tu hijo/a ya que una velocidad rápida favorece la tartamudez. No le completes las palabras, déjale que se exprese y termine a su ritmo, sin hablar por él/ella.

¡¡¡ FELIZ SEMANA !!!

Beatriz Ruiz Hernández
Logopeda
Nº Col. 28/1047

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