martes, 29 de enero de 2019


CUADERNOS DE LOGOPEDIA: ASPECTOS DIFERENCIALES ENTRE RETRASO DEL LENGUAJE (RSL) Y TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE (TEL).

 
En muchas ocasiones nos encontramos ante niños y niñas que no se expresan de una manera acorde a su edad. Los papás y mamás tendemos a comparar a nuestros hijos/as con los demás hijos/as de nuestros amigos, familiares, vecinos, compañeros de la clase….cometiendo un grave error ya que cada niño y niña tiene su proceso de evolución y desarrollo que muchas veces es más lento pero no supone un trastorno. No debemos compararles en ningún aspecto, es necesario acompañarles y no dejar de estimularles para que sea más fácil y placentero para ellos/as. Sin embargo, debemos darle la importancia que se merece el desarrollo del lenguaje de nuestros hijos/as para evitar problemas futuros.
 
Para disipar un poco las dudas que puedan surgir sobre si vuestro hijo/a posee un retraso o desfase en el lenguaje o un trastorno, vamos a daros unas ligeras pinceladas sobre estos dos aspectos en este post. Lo más adecuado es que ante cualquier duda consultéis con los profesionales y os daremos una visión más clara sobre el tema.
 
El  retraso del lenguaje (RSL)  se caracteriza por un retraso en el lenguaje del niño/a, es decir, su evolución en relación al lenguaje no se da conforme a lo esperado en función de su edad cronológica. Generalmente, el retraso suele presentarse en una o más áreas del lenguaje, resultando especialmente destacables las alteraciones en relación a la fonología (pronunciación) y sintaxis (construcción de oraciones). De esta manera, entendemos el RSL como una evolución más lenta en la adquisición de los diferentes elementos que componen el lenguaje, sin considerarlo de esta manera una patología (el lenguaje se va desarrollando por los cauces normales, pero más lentamente). Puede ser compatible con los siguientes aspectos:

 F El acceso al lenguaje oral como forma de comunicación con el entorno aparece un año y  medio aproximadamente más tarde de lo habitual.

F Suelen presentar mayores dificultades en la expresión que en la comprensión.

F El retraso en el desarrollo lingüístico es igual en todos los componentes lingüísticos (al producir los sonidos, al usar los distintos aspectos gramaticales, en el vocabulario, en el uso social del lenguaje…).

F La respuesta a la intervención es muy buena y su competencia lingüística mejora en poco tiempo.

F Los problemas de emisión de sonidos y de vocabulario son los aspectos del lenguaje más afectados. Mediante un entorno estimulador y buenas capacidades intelectuales, los niños/as pueden compensar estas carencias lingüísticas.

 
¿Qué es el trastorno específico del lenguaje (TEL)?

 El TEL es un conjunto de dificultades en la adquisición del lenguaje que está presente en algunos niños/as y no es causado por problemas neurológicos, cognitivos, sensoriales, motores o socio-familiares. Surge después de un período de desarrollo normal hasta que no aparece el lenguaje cuando debería (generalmente de los 24 a 30 meses), y afecta a la expresión y/o comprensión del lenguaje, pudiendo implicar a todos, uno o algunos de los componentes fonológico, morfológico, semántico, sintáctico o pragmático del mismo. Algunos de sus aspectos a tener en cuenta en el diagnóstico diferencial son:
F El aspecto más alterado es la parte que tiene que ver con la gramática (nexos de oraciones, concordancias verbales, formación de plurales…).

F Los problemas se dan tanto a nivel expresivo como comprensivo.

F Se dan errores lingüísticos que no se corresponden con los usuales en los procesos de adquisición del mismo.

F Algunas habilidades lingüísticas propias de su edad están preservadas (por ejemplo, con 6 años pronuncian la /rr/ perfectamente), mientras que otras más simples o primitivas están alteradas (cometen errores con el sonido /n/).


Existen distintos tipos de TEL según la combinación de las áreas que se encuentran afectadas. Así podemos encontrar a un niño/a que con 2 o 3 años comprende todo pero no habla o habla muy poco, otro niño/a puede hablar mucho, aunque de forma desordenada o poco coherente y tener una comprensión bastante baja. Otros niños/as  presentan problemas de comunicación, mostrando poco interés por relacionarse con los demás y poco interés por aprender...Para realizar un diagnóstico diferencial, la evolución será la clave que determine de cuál se trata, ya que en un RSL la evolución es más rápida y homogénea. Si persisten, sin embargo, peculiaridades en el lenguaje y la evolución es lenta, se tratará de un TEL. En algunos casos, en poco tiempo se puede determinar la naturaleza de las alteraciones y, en otros casos, habrá que esperar hasta los 6 o 7 años hasta poder determinarlo con certeza.

 
Finalmente, hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, un retraso del lenguaje puede evolucionar en un trastorno específico del lenguaje si no se comienza a tiempo una prevención y/o posterior intervención adecuadas.

 
Beatriz Ruiz Hernández.
Logopeda.
Nº Col. 28/1070.

miércoles, 23 de enero de 2019

EL JUEGO


¡Buenos días! Un miércoles más aquí estamos, hoy nos gustaría introducir un tema muy interesante e importante desde el punto de vista social, afectivo, cognitivo…como es el juego en los niños.

¿Qué papel creéis que desempeña? ¿Cuáles son sus funciones? ¿Cuál es su importancia?

Como sabréis el juego posee una función afectiva y social en los niños. Resulta fundamental que intentemos potenciar el juego con sus iguales, es decir, con otros niños, ello no implica olvidar que también hemos de formar parte de ello.

En muchas ocasiones, los adultos piensan que los niños juegan para divertirse, pasar el rato…y sí, es cierto, pero como objetivo secundario. El juego tiene la función principal de potenciar la afectividad, sociabilidad, motricidad, inteligencia… Cuando los niños juegan desarrollan diferentes tipos de estrategias para llegar a conseguir sus objetivo, aprender a relacionarse, desarrollan su lenguaje, potencian su motricidad, su autonomía, su atención, mejoran su autoestima, aprender diferentes emociones…

La primera forma de juego que aparece es el juego libre, no posee reglas ni estructuras determinadas. Posteriormente aparecen juegos en los que los niños buscan el placer al mover un objeto por ejemplo, entre los que encontramos en esta época se encuentran juegos de destrucción, de exploración, manipulación de arena…predomina el juego funcional. Más tarde aparece el juego simbólico, un lápiz puede ser un avión por ejemplo.

Podemos hablar también del juego estructurado o de reglas, caracterizado por seguir una serie de normas o estructuración previa. Alrededor de los 6 años dichas reglas tienen un carácter de “verdad absoluta” para los niños, aunque ese conocimiento sea superficial entienden que es la única forma.

Todos los juegos son fundamentales como elementos socializadores, así como para el aprendizaje de distintos tipos de conocimientos y habilidad. Por otra parte, no debemos olvidar su función al favorecer el desarrollo del lenguaje, memoria, razonamiento o atención.

Resulta un tema muy amplio, por ello seguiremos en otro post hablando de los diferentes tipos de juegos, sus funciones y temas de interés en torno al juego.

Esperamos que este breve resumen os haya servido para ver la importancia del juego.

Os esperamos.
“El aprendizaje es experiencia,
todo lo demás información”
Albert Einstein.
Ana Madueño
Psicóloga

martes, 15 de enero de 2019

Ansiedad y estrés… ¿Son lo mismo?



¡Aquí estamos otro miércoles! Hace unas cuantas publicaciones hablamos sobre qué es la ansiedad y cómo se manifiesta.

Definimos la ansiedad como aquella respuesta mental y física que se produce ante situaciones de peligro a través de: pensamientos catastrofistas negativos como “No voy a ser capaz”, “No podré soportarlo”; de sensaciones en nuestro cuerpo como palpitaciones, sudor en las manos, tensión muscular, opresión en el pecho, entre otros; y, por último, con acciones o comportamientos tales como movimientos repetitivos, comer o fumar en exceso, o incluso, podemos llegar a escapar o evitar la situación que nos genera malestar, provocándonos empeorar a largo plazo.

Ahora bien, ¿qué es el estrés? Muchas veces utilizamos las palabras ‘estrés’ y ‘ansiedad’ casi como sinónimos pero, ¿son realmente lo mismo?

El estrés es un proceso psicológico que se origina y comienza ante una exigencia de nuestro día a día frente a la que no tenemos la información necesaria para darle una respuesta adecuada. Es aquí cuando nos activamos para ser capaces de recoger más información y afrontar esa demanda de nuestro entorno, procesarla e interpretarla de una forma más rápida y eficiente. El problema no es tener estrés, si no que surge cuando lo que te requiere esa situación a la que tenemos que hacer frente supera nuestros recursos y/o este tipo de situaciones se prolongan en el tiempo.

Durante el periodo de tiempo que dura la situación estresante, diferenciamos varias fases y, en ellas, podremos identificar diferentes emociones que podemos sentir mientras estamos estresados.
  1. La primera de estas fases es la de alarma. En esta fase, nuestro organismo se activa para que reaccione, recopile información nueva, procese e interprete si la situación es una amenaza por lo que podemos sentirnos ansiosos en determinados momentos al sentirnos desbordados ante este acontecimiento novedoso. Estos niveles de ansiedad en un nivel moderado, nos ayudarán a tener la activación necesaria para conseguir adaptarnos y tener más facilidad para solucionar el problema.
  2. La segunda fase es la de resistencia. En esta etapa el cuerpo trata de adaptarse, es una fase de recuperación y reparación: el cuerpo ha realizado un sobreesfuerzo y debe descansar. El problema aparece cuando esa situación estresante sigue en nuestra vida ya que es cuando empezamos a encontrarnos irritables, tenemos problemas de concentración, etc.
  3. La tercera y última fase es la de agotamiento. Si el estrés dura mucho, agota todos nuestros recursos y pierde esa capacidad adaptativa de ayudarnos a afrontar situaciones novedosas de las fases anteriores y nos encontramos desanimados. Es en esta fase cuando el organismo se debilita y podemos ponernos enfermos (ya sea un catarro o unas anginas) porque se han agotado nuestras defensas.

Una vez explicados los conceptos de ansiedad y estrés, podemos decir que la ansiedad es aquella emoción que sentimos cuando percibimos una situación como amenazante, aunque esta realmente no lo sea; mientras que el estrés es un proceso psicológico complejo que se activa a través de la aparición de una situación novedosa ante la que no tenemos los recursos necesarios o no sabemos de qué forma afrontarla de manera más o menos automática. Durante este proceso de estrés, somos capaces de sentir diferentes emociones, entre las que se encuentra la ansiedad.

Para terminar, os dejo un enlace con un vídeo para que reflexionéis sobre el estrés.


Si creéis que podéis tener problemas de estrés y/o de ansiedad después de leer esta publicación, no dudéis en poneros en contacto con nosotros en el Gabinete de psicología y logopedia de CES EDUCA. Estaremos encantados de escucharte y ayudarte a encontrar las estrategias para gestionar tu malestar.

¡Hasta la próxima!


Laura Alonso Rodríguez
Psicóloga colegiada M-28753

miércoles, 9 de enero de 2019

Estimulación Temprana


Hola!!!

Es miércoles y aquí seguimos. Esta vez os informaremos acerca de lo que es la Estimulación Temprana, dando a conocer lo que es y los beneficios que tiene en el niño.

¿Qué es la Estimulación Temprana?
La Estimulación Temprana trata de proporcionar al niño, desde bebé, diferentes técnicas que le ayudan en su desarrollo tanto cognitivo como motor.
Estas técnicas están pensadas y adaptadas a las diferentes etapas por las que niño va pasando y aportan un gran apoyo en su proceso de enseñanza-aprendizaje de manera natural. Para llevarlas a cabo, se creará un espacio seguro en el que este tendrá la oportunidad de manipular los diferentes materiales aportados y, podrá actuar directamente sobre el medio que le rodea.
De este modo, se conseguirá un aprendizaje significativo que le aportará al niño la confianza y motivación necesarias para poder desarrollar sus capacidades de manera dinámica y efectiva.

¿Qué beneficios tiene en el niño?
La Estimulación Temprana ayuda al niño a desarrollarse de manera global, por lo que cuenta con una amplia lista de beneficios. A continuación, les mostraremos algunos de ellos:

v  Ayuda al niño a desarrollar sus habilidades motrices, enfocando las sesiones en trabajar tanto la motricidad gruesa como la motricidad fina.

v  Proporciona al niño un gran apoyo para desarrollarse en el ámbito cognitivo, potenciando también la creatividad.

v  Además, favorece también la integración social del niño en el futuro, sobre todo cuando esté en contacto con sus iguales, proporcionándole así un mayor equilibrio emocional.

Para conseguir todo ello, es muy importante tener en cuenta la afectividad, así habrá un mayor equilibrio a través de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje del que anteriormente hablábamos.
Esperamos que, una vez más, os haya parecido un tema interesante a tratar y, que les haya ayudado a aclarar sus dudas acerca de lo que hacemos. 
Si necesitan más información o tienen cualquier duda, estaremos encantadas de resolverlas J
¡Hasta la próxima semana!
 Alicia Jiménez
Maestra y Educadora de Educación Infantil

miércoles, 2 de enero de 2019

CUADERNOS DE LOGOPEDIA: LA TARTAMUDEZ INFANTIL (DISFEMIA)


Una semana más acudimos a nuestra cita para tratar cuestiones de interés que resolvemos en nuestro servicio de Logopedia. Hoy vamos a hablar sobre un trastorno que afecta a la fluidez del habla: la tartamudez, también llamada en el ámbito médico y logopédico como disfemia.

Este trastorno afecta tanto a niños y niñas como a adultos. Actualmente no se conoce con exactitud la causa de la tartamudez. Sin embargo existen diferentes factores que pueden estar relacionados. La disfemia puede ocurrir porque hay un error o una demora en el mensaje que el cerebro del niño/a envía a los músculos de la boca necesarios para la producción oral. Este error o demora en el envío del mensaje hace que sea muy difícil coordinar los músculos de la boca cuando se está hablando y, como resultado se produce la tartamudez. También debemos tener presentes factores genéticos ya que un niño/a que tenga en su historia familiar alguien con tartamudez tiene más probabilidad de desarrollar disfemia infantil pero no necesariamente, habría que analizar cada caso. Debemos tener en cuenta que la disfemia es evolutiva en un inicio cuando los más pequeños están adquiriendo el lenguaje y es necesario valorarla cuando persiste en el tiempo.

La frecuencia con la que tartamudean los niños y niñas con disfemia varía mucho de un caso a otro. Algunos niños/as solo lo hacen de forma ocasional a lo largo del día, mientras que otros pueden tartamudear en cada palabra que digan. La tartamudez puede cambiar mucho de un día a otro, en semanas o meses. A veces, puede desaparecer por completo durante días, semanas o meses y volver a aparecer de nuevo. Pueden existir situaciones particulares que empeoran o mejoran la tartamudez de los niños/as, por ejemplo, cuando están cansados, enfadados o excitados pueden tartamudear más. Los niños/as que tartamudean pueden sentirse frustrados o avergonzados por la forma en la que otros niños/as reaccionan cuando lo hacen. Esto hace que eviten hablar en público o que cambien lo que querían decir para facilitar un habla fluida.

La disfemia no afecta al desarrollo pero si ésta continúa hasta que el niño/a alcanza el primer curso de educación primaria puede convertirse en un problema, ya que al tartamudear pueden aislarse de las actividades grupales y ser víctimas de acoso escolar o bullying, afectando a su rendimiento académico.

¿Cuándo intervenir y cómo lo hacemos? Lo más adecuado es consultar con un profesional para realizar una evaluación y enmarcar el problema: cuánto tiempo hace que el niño/a comenzó a tartamudear, edad de inicio, si ha existido algún cambio, número de veces que tartamudea en el habla espontánea y en el habla dirigida o provocada, identificación de factores ambientales, lingüísticos y psicológicos…Posteriormente hacemos el tratamiento individualizado que más se adapte a la edad del niño/a y a la naturaleza de la tartamudez.

Si tu hijo/a presenta alguna alteración en el habla y crees que tartamudea, ven a consultarnos. Aquí os dejamos algunos consejos que pueden ayudarle:
  • No le exijas hablar bien y de forma correcta todo el tiempo. Es importante que hablar sea algo divertido y relajado para él.
  • Aprovecha las comidas familiares para hablar. Evita las distracciones como la televisión o dispositivos móviles.
  • Evita correcciones del tipo “respira hondo”,” tómate un tiempo”. Aunque estos comentarios sean bien intencionados pueden hacer que tu hijo/a sea más consciente de su problema y puede afectar a su autoestima.
  • Evita que tu hijo/a continúe hablando o leyendo cuando está incómodo o cuando la tartamudez aumenta. En esos momentos es importante animarle a hacer actividades que no requieran hablar.
  • No le digas a tu hijo/a que piense antes de hablar.
  • Es importante que la casa sea un ambiente tranquilo para que tu hijo/a se sienta cómodo y así inicie conversaciones espontáneas.
  • Mantén el contacto ocular con tu hijo cuando esté tartamudeando. Evita quitarle la mirada o mostrar signos de decepción.
  • Háblale despacio. Esto te llevará un tiempo, pero ayudará a mejorar la fluidez de habla de tu hijo/a ya que una velocidad rápida favorece la tartamudez. No le completes las palabras, déjale que se exprese y termine a su ritmo, sin hablar por él/ella.

¡¡¡ FELIZ SEMANA !!!

Beatriz Ruiz Hernández
Logopeda
Nº Col. 28/1047