Bienvenidos
una semana más. Esta semana mediante este post, intentaremos resolver algunas
dudas que nos llegan a nuestra consulta de madres y padres preocupados en si su
hijo/a pueda tener este tipo de trastorno. A continuación voy a aportar
información sobre lo que es la dislexia, cómo la podemos definir, sus síntomas
y cómo sería la intervención que nosotras podríamos proporcionar a vuestros
hijos e hijas.
Para
Etchepareborda y Habib, 2000, “la dislexia es una dificultad para la descodificación o lectura de palabras, por lo
que estarían alterados alguno de los procesos cognitivos intermedios entre la
recepción de la información y la elaboración del significado”.
La
dislexia o trastorno específico de la
lectoescritura es uno de los problemas de aprendizaje más frecuente y conocido.
Podríamos definir la dislexia
como un trastorno de aprendizaje de origen neurobiológico que se manifiesta
por una dificultad en la lectoescritura independientemente de cualquier causa
intelectual, cultural o emocional. Aparece de forma inesperada, a una edad
temprana, cuando el niño/a comienza a leer y escribir. Debemos tener presente
que la dislexia
no es una falta de interés, motivación o una discapacidad sensoria por parte
del niño/al. Es un problema de índole cognitivo,
que afecta particularmente el paso de la codificación visual a la verbal,
la memoria a corto plazo, la percepción del orden y la secuenciación. Se
manifiesta como una dificultad de automatización especialmente en la lectura,
la ortografía y en ocasiones también el cálculo aritmético.
Es
por todo ello por lo que tenemos que tener en cuenta que lo que presente
nuestro hijo/a diagnosticado de dislexia es una disfunción de aquellas áreas
cerebrales implicadas en el proceso fonológico y que no existe lesión cerebral.
Simplemente, es una particular manera de percibir el mundo, una forma diferente
de interpretar ciertos símbolos o palabras, es decir, que estos niños y niñas
poseen una habilidad distinta para el aprendizaje.
Atendiendo
a su carácter específico y persistente, los disléxicos son niños y niñas
inteligentes que sólo presentan dificultades en tareas relacionadas con la lectura
y la escritura. Como consecuencia, los profesionales debemos ser rigurosos a la
hora de diagnosticar este trastorno ya que no se consideran disléxicos los niños/as que tienen
un retraso intelectual o madurativo, niños/as con alguna discapacidad psíquica
o física o niños no escolarizados o que
estén en situaciones ambientales desfavorables. En base a su carácter
persistente, se suele descartar el diagnóstico de “Dislexia” en niños/as que
presentan dificultades evolutivas a la hora de adquirir la lectoescritura, las
cuales desaparecen por si solas o tras una breve intervención.
A
pesar del establecimiento único de unos criterios de exclusión e inclusión para
establecer el diagnóstico de la dislexia, hay que tener claro que no todos los niños disléxicos
presentan las mismas dificultades y/o características. Por tanto, es esencial hacer un diagnóstico exhaustivo
y detallado para poder establecer programas
de intervención específicos.
¿Cuáles
son los signos que nos pueden indicar que pudiera existir una posible dislexia
en nuestros hijos/as?
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Confunde
fonemas: los invierte, los omite, los sustituye…
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Falta
de memoria secuencial auditiva para: recordar números, recordar frases,
órdenes…
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Dificultades
de acceso al léxico para: denominar colores, dibujos...
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Dificultades
en la lectura, es decir, presenta: baja velocidad lectora, omisiones,
sustituciones, inversiones…
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Dificultades
en la escritura, es decir, presenta problemas de: caligrafía, omisiones,
sustituciones, inversiones, adiciones…
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Trastornos
en los procesos madurativos, como en la percepción, psicomotricidad, atención…
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Falta
de habilidad en el cálculo.
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En
algunos casos presentan problemas de memoria, por ejemplo, olvidan anotar los
deberes en la agenda, olvidan fácilmente lo que acaban de aprender…
La
dislexia
es fácil de reconocer o por lo menos de sospechar, si las personas que rodean
al niño conocen las características. Una identificación temprana de la
situación y un tratamiento adecuado y continuo puede ayudar al niño/a a superar
estas dificultades y a llevar una vida relativamente normal.
¿Cómo
podemos ayudar a los niños/as desde nuestro gabinete?
Los
niños/as disléxicos o con dificultades en la lectoescritura necesitan una
reeducación integral. Esto quiere decir que necesitan tanto una reeducación
psicológica y logopédica. En la reeducación psicológica hay que ayudar al niño/a
a conocer y aceptar sus dificultades, mejorar su autoestima y a tolerar su
frustración. La reeducación logopédica tendría como objetivos, por un lado
mejorar el desarrollo de las áreas sensorio-motrices deficientes en el niño/a y
por otro establecer las bases para adquirir el aprendizaje de la
lectoescritura, proporcionando también estrategias y recursos para paliar las
dificultades de aprendizaje, por ejemplo: leer en voz alta, grabar las
lecturas…
Si
consideras que tu hijo/a presenta alguna dificultad de las que hemos descrito,
estaremos encantadas de asesorarte para disminuir las debilidades o
incapacidades y potenciar en gran medida las capacidades.
¡FELIZ SEMANA!
Beatriz
Ruiz Hernández
Logopeda
Col
nº 28/1047
(Toda la información contenida en este
documento ha sido elaborada a partir de una revisión bibliográfica previa).