miércoles, 29 de mayo de 2019

Emociones y toma de decisiones


Buenos días, ¡aquí estamos de nuevo!

Hoy nos gustaría hablar de un tema que probablemente a todos os resulte familiar. Cómo influyen nuestras emociones en la toma de decisiones.

Todos sabemos que cuando nos enfrentamos a una decisión importante en nuestra vida, resulta complicado, en ocasiones, inclinarnos por un lado u otro…y es que las cosas, muchas veces, no dependen de hechos objetivos, no dependen de una  cosa u otra, blanco o negro…porque a veces están en el medio…Cómo nos sintamos al enfrentarnos a esta toma de decisiones influye significativamente en la decisión.

¿Alguna vez habéis pensando que tomasteis una determinada decisión porque estabais muy felices, tristes, agobiados, enfadados…? Cuando nos sentimos alegres y felices somos más propensos a arriesgarnos en la toma de decisiones. Sin embargo, cuando nuestro estado emocional está más relacionado con la tristeza nos ocurre todo lo contrario.

Las emociones son uno de los más poderosos precursores de la conducta (Hills et al, 2001). Como sabemos existen diferentes tipos de emociones, positivas y negativas, ambas son necesarias. Una vez entendemos cómo actúan las emociones, podemos llegar a entender el papel fundamental que posee en los diferentes procesos cognitivos, la toma de decisiones.

Si nuestra interpretación cognitiva de un suceso está influencia por una determinada emoción, la decisión la tomaremos en función de dicha interpretación.

Las emociones nos influyen en nuestro día a día, desde decisiones fundamentales hasta las pequeñas decisiones diarias. Y a ti, ¿Cómo crees que te afectan?

“No tomes decisiones permanentes
basadas en emociones temporales”
Martha Debayle


miércoles, 22 de mayo de 2019

¿CÓMO ME COMUNICO?



¡Buenas tardes! Esta semana en el blog vamos a hablar sobre algo que, queramos o no, hacemos en nuestro día a día: comunicarnos. Situaciones sin importancia como cuando salimos de casa y nos cruzamos con un vecino, estamos perdidos y queremos encontrar una calle, pedimos el desayuno en un bar, la cuenta o un vaso de agua, requieren que tengamos ciertas habilidades sociales para poder llevarlas a cabo.

¿A qué otras situaciones sociales nos enfrentamos día a día? Muchos días nos vemos metidos en situaciones que nos obligan a expresar lo que pensamos, nuestros sentimientos y a defender nuestros derechos en las que también son necesarias las habilidades sociales para solucionarlas con éxito. ¿Cuántas veces no hemos sido capaces de decirle a un compañero que no te gusta cómo está haciendo su parte del trabajo para clase? O, por el contrario, ¿cuántas veces has sido muy brusco diciéndole a tu pareja lo que no te gusta o lo que te molesta que haya hecho?

Si nos paramos a pensar, seguro que recordamos situaciones en las que no hemos sido capaces de expresar lo que queremos o que, al contrario, lo hemos hecho de una forma desagradable, atacante; y, en otras, hemos sido capaces de expresarnos de una forma adecuada. Si bien es cierto, todos tenemos una manera predominante de comunicarnos; es decir, un estilo de comunicación. Con todo esto, podemos describir tres estilos de comunicación:

1. Estilo pasivo:
o   No expresa adecuadamente lo que siente y desea.
o   No se atreve a rechazar peticiones y se siente culpable si lo hace.
o   Se deja dominar por los demás.
o   Se deja involucrar en situaciones que no son de su agrado.
o   Suele callar, hablar en voz baja e insegura, mostrarse nervioso y evitar el contacto ocular.
o   No se atreve a defender sus derechos.
o   No afrontan los conflictos.

2. Estilo agresivo:
o   Aquella persona que defiende en exceso sus derechos e intereses personales, sin tener en cuenta los de los demás.
o   Se muestran seguras de sí mismas, sinceras y directas pero de forma inadecuada ya que expresa sus opiniones de manera hostil, exigente o amenazadora.
o   Cualquier conflicto se convierte para ella en un combate que hay que ganar.

3. Estilo asertivo:
o   Es consciente de lo que siente y desea en cada momento.
o   Gane o pierda, siempre conserva su respeto y dignidad.
o   Sabe comprender y manejar de forma adecuada sus sentimientos y los de los demás.
o   No exige lo que él quiere.
o   Acepta sus limitaciones.
o   Lucha por conseguir sus objetivos.
Además, debemos tener en cuenta que existe la comunicación verbal y la no verbal, y que debemos tener ambas en cuenta a la hora de comunicarnos. Según el tipo de estilo que utilicemos, tendremos unos comportamientos a nivel verbal y no verbal, así como una serie de pensamientos y sentimientos relacionados con las situaciones comunicativas y nuestro estilo predominante. En la tabla que aparece a continuación podemos ver esto que acabamos de describir según cada estilo de comunicación.


Pasivo
Agresivo
Asertivo
Nivel verbal (lo que decimos)
No importa”, “Como tú prefieras”, “Bueno…”, “Te molestaría que…si te molesta no lo hago”, “Puedo… si no quieres no lo hago”
Por tu culpa…”, “Más te vale…”, “Eres…”, “Pareces…”, “Deberías…”, “Tienes que…” Invalida los sentimientos del otro, hace verbalizaciones negativas hacia la otra persona, comentarios sarcásticos y humillantes. No escucha
Me siento…cuando tú te comportas…” Habla sobre conductas no sobre la persona. “Yo creo…”, “Yo pienso…”, “Yo me siento… cuando…” (Habla en primera persona). “¿Qué opinas…?”, “¿Qué te parece…?”, “A mí me gustaría…”. Hace verbalizaciones positivas, valida los sentimientos del otro. Escucha activa
Nivel No verbal
(Lo que hacemos)
Desviación de la mirada. Titubear, bajar el tono de voz. Postura corporal de indefensión. Expresión facial de miedo y/o duda. Movimientos corporales nerviosos o inapropiados
Mirada fija, agresiva, amenazante. Tono de voz elevado. Postura corporal tensa. Gestos enérgicos y amenazantes. Enfrentamiento. Habla rápida

Mantenimiento de la mirada. Tono de voz firme pero no elevado. Postura corporal erecta. Mirada directa. Movimientos corporales serenos. Asentimientos hacia los argumentos de los demás.

Lo que piensan y sienten
Muchas veces hacen lo que quieren los demás para evitar molestarles. Piensan que lo que ellos deseen no importa, solo lo de los demás.
Sienten impotencia, culpabilidad, baja autoestima, ansiedad y frustración
“Ahora solo importo yo”. “Lo que tú pienses o sientas no me interesa”. Piensan que si no se comportan de esta forma, son vulnerables.
Sienten ansiedad creciente, soledad, incomprensión, culpa y frustración. Baja autoestima, falta de control.
Saben cuáles son sus derechos  y los de los demás y los respetan. Sus convicciones son racionales.
Tienen buena autoestima, no se sienten superiores ni inferiores a los demás. Tienen sensación de control emocional.

Y bien, ¿te reconoces en alguno de los tres estilos? El saber cuál es nuestro estilo predominante es el primer paso para intentar llegar a ser lo más asertivo que podamos.

Para finalizar, vamos a definir la asertividad como la capacidad de una persona para trasmitir a los demás sus posturas, opiniones, creencias o sentimientos de manera eficaz y sin sentirse incómodo; es también la capacidad de defender nuestros derechos, sin dejarnos manipular y sin manipular a los demás.

Pasad una buena semana y si necesitáis ayuda para relacionaros mejor con vuestro entorno, podéis encontrarnos en el Gabinete de psicología y logopedia de Ces Educa.

Laura Alonso Rodríguez
Psicóloga colegiada M-28753


martes, 14 de mayo de 2019

CUADERNOS DE LOGOPEDIA: EL TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA)

De nuevo un miércoles más nos encontramos con una nueva entrada en el blog. Esta semana os vamos a hablar de qué características presenta este trastorno y cómo podemos ayudar los logopedas para potenciar las capacidades de los niños y niñas que lo padecen.

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo que ya se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de toda la vida. Los síntomas fundamentales del autismo son dos:


  • Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social. 
  • Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.

Los indicios que pueden ser indicativos del TEA en los niños y niñas son los que se indican a continuación:


  • Se observa que cuando están en la escuela, hay falta de interés por los otros niños.
  • No comparten intereses (no acostumbran a señalar con el dedo aquello que les llama la atención para compartirlo con los demás). 
  • Ausencia de juego simbólico (dar de comer a muñecas, hacer cocinitas, jugar a coches como si fueran de verdad, etc.). 
  • Se establece poco contacto visual y no observan la expresión de la cara del interlocutor cuando juntos están viendo alguna cosa inusual. No acostumbran a realizar la sonrisa social. 
  • Su lenguaje, si existe, es literal (no entienden las bromas, los chistes, los dobles sentidos ni las metáforas). 
  • Evitan el contacto físico o les gusta más bien poco. Acostumbran a tener hipersensibilidad táctil, olfativa, gustativa y auditiva. Frecuentemente existe poca sensibilidad al dolor.
  • Reaccionan poco ante la voz de sus padres, lo que puede hacer sospechar de un déficit auditivo.
  • Presentan intereses inusuales. Además, son repetitivos y no compartidos. 
  • Pueden mostrar comportamientos extraños, repetitivos y auto estimulantes como el balanceo, el movimiento de aleteo de manos o caminar de puntillas entre otros.
  • Los que presentan más nivel intelectual, notan que son diferentes y no entienden qué les pasa.

¿Qué aporta la logopedia en la intervención con niños con autismo?

Los beneficios que aporta la logopedia son innumerables, entre los que destacamos los siguientes:



  • La logopedia brinda a las personas con TEA la posibilidad de poder comunicarse. Dada la falta de lenguaje, es necesario establecer un sistema de comunicación alternativo o aumentativo, (signos o pictogramas), para que puedan expresarse. Esto no quiere decir que no hablarán nunca ni que este sistema limitará el desarrollo de su producción vocal, sino que se trata de un sistema de apoyo que no impide que desarrolle su habla, es más, ayuda a aumentarla.
  • Ayudarles a comprender las intenciones de los demás por sus expresiones faciales, tono de voz, etc. Saber qué palabras usar en cada momento y situación, por ejemplo cuándo decir buenos días. Algo tan sencillo como esto para personas con Trastorno del Espectro Autista puede resultar complicado y es por ello, que hay que trabajar este aspecto para que sepan qué palabras utilizar cuando tocan.
  • Mejorar en la producción de las palabras.
  • Jugar e interactuar con sus iguales, intercambiar ideas y disfrutar de la comunicación.


¿A partir de qué momento habría que empezar a llevar a un niño con TEA al logopeda?

La respuesta es lo antes posible. Una intervención temprana en el autismo conlleva mayor éxito dada la gran plasticidad cerebral de los niños en sus seis primeros años de vida. Es por ello que, una vez se detecten posibles rasgos autistas, habría que empezar a trabajar y a ponerse en manos de un logopeda que pueda ayudar y desarrollar habilidades comunicativas en personas con TEA.


Esperamos que se os hayan aclarado dudas sobre este complejo trastorno que para algunos es desconocido y de gran preocupación para algunas familias.


FELIZ SEMANA.

miércoles, 8 de mayo de 2019

El estigma social


Buenos días, aquí estamos de nuevo un miércoles más…

Hoy nos gustaría hablaros de un tema diferente, muy importante a todos los niveles de la vida de las personas, el estigma social. ¿Sabéis qué es? El término estigma social fue acuñado por Erving Goffman, es visto como el rechazo social por características o creencias que van en contra a las normas culturales establecidas.
En este punto, Goffman, establece 3 categorías que causan el estigma social: tribales (etnia, religión), deformaciones físicas (obesidad, enfermedad mental, entre otras), y estigmas asociadas al comportamiento o a la personalidad (delincuencia, homosexualidad, etcétera).
Los individuos estigmatizados sufren, en primer lugar de un estrés psicológico, aunado de discriminación, insultos, ataques, asesinatos, entre otros aspectos de violencia.
Las consecuencias afectan a la vida de las personas con enfermedad mental. El desconocimiento social que tenemos hacia las diferentes enfermedades mentales hace que éste se vea aumentado considerablemente. Por tanto, es necesario más información, más empatía, ponernos en el lugar de las personas con enfermedades mentales y que no sufran de las dichosas “etiquetas”.
En muchas ocasiones hemos hablado de cómo todos en cualquier momento de nuestra vida podemos sentir diferentes cambios que afecten a nuestro bienestar, si a eso le añadimos el hecho de que cualquier persona nos juzgue o incluso medios de comunicación, películas o libros… y nos defina por “eso”…creo que no, nos ayudaría, no nos acompañaría…


Os animamos a respetar, a cuidar de nosotros mismos y de los demás. ¡Cuidémonos!

Referencias