miércoles, 11 de noviembre de 2015

Cuando algo se "rompe"...

¡Aquí estamos! A raíz del último post surgían dudas y comentarios entorno al mismo, preguntándonos qué pasa si fallece el padre o la madre o si la familia se rompe. Por ello, hoy os quiero hablar de qué pasa en la familia ante esos momentos difíciles, qué pasa cuando hay una muerte en la familia…
Sabemos que la perdida de una persona cercana es uno de los hechos más dolorosos que existen.
En ninguna otra situación como en el duelo, el dolor producido es total: es un dolor biológico (duele el cuerpo), psicológico (duele la personalidad), social (duele la sociedad y su forma de ser), familiar (nos duele el dolor de otros) y espiritual (duele el alma). En la pérdida de un ser querido duele el pasado, el presente y especialmente el futuro. Toda la vida en su conjunto duele” (Montoya)
Desde que conocemos la noticia entramos el proceso llamado “Duelo”, durante este tiempo recorremos diferentes fases, confusión, culpa, enfado, tristeza, oleadas de angustia, pensamientos obsesivos…hasta que aceptamos la pérdida. Aceptar la pérdida no significa olvidar o renunciar a esa persona que ha fallecido sino encontrar una manera de seguir viviendo.
En los niños, el duelo, depende del desarrollo evolutivo del  mismo. Antes de los 4 años, en general, no poseen una idea clara de lo que significa la muerte, posteriormente  sienten que es una “separación” pero no tienen el concepto de que es para siempre. En torno a los 10 años comienzan a tener una idea más ajustada.
Pero…cómo podemos ayudar a una persona cercana en estos momentos tan difíciles como es la muerte de una persona cercana…Escuchándole, sin juzgar, ni diciendo lo que tiene que decir o hacer (“No digas eso” “Sé fuerte”…), haciendo que la persona se siente comprendida expresando su angustia, escuchar más que hablar…abrazar más que hablar…ofrecer ese apoyo durante mucho tiempo, no solo nos necesitan en un primer momento.  En los niños hemos de recordar  hablarles con palabras sencillas, sin metáforas,  explicarles porqué lloramos o estamos tristes, acogerles con mucho cariño y comprensión cuando se sientan tristes pero también cuando sientan rabia o enfado, hablar del ser querido recordando momentos vividos con él…
Las palabras sobrarán, solo querrán sentirse acogidos y seguros.
“La vida es dura si ha de ser vida. Sólo admite la
elección entre victoria y derrota, no entre guerra y paz”
Oswald Spengler
Ana Madueño

Psicóloga

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo en todo lo que dices sobre escuchar mas que hablar y abrazar para arropar a la persona pero ¿y si esa persona no se abre y reprime todas sus emociones por no hacer mas daño a su alrededor? ¿como se puede acceder a ellas?
    no se si estoy en lo cierto pero cuando se pierde a un ser querido se da un cambio en la persona y dependiendo de cada uno hay veces que ese cambio puede llegar hasta cambiarla y convertirla en alguien que no es, ¿como haces para que esa persona vuelva en la medida de lo posible a si mismo si no ve lo que le esta ocurriendo y no cree necesitar ayuda?

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