La
voz constituye nuestro vehículo de comunicación con el mundo. A través de ella
nos comunicamos, expresamos y transmitimos ideas, sentimientos, emociones y
conocimientos. La voz es un acto voluntario y como tal el pensamiento debe
seguirlo y controlar su emisión. El sonido generador de la voz se origina por
la vibración de las cuerdas vocales, situadas en la laringe. Las cuerdas
vocales no son como lo que nos viene a la mente: “unas cuerdas de guitarra”,
no, son dos membranas que cuando están abiertas dejan pasar el aire procedente
de los pulmones para respirar y cuando se cierran vibran y producen la voz.
Para
evitar tener alguna patología en nuestra voz, debemos controlar la respiración,
el tono y el volumen a la hora de hablar y cuando falta dicho control o está
ausente, se produce una alteración o trastorno en nuestra voz, lo que los
logopedas conocemos con el nombre de DISFONÍA. La disfonía es la pérdida del
timbre normal de la voz por trastorno funcional u orgánico de la laringe. La
AFONÍA es la alteración máxima de la disfonía, lo que denominamos la pérdida
total de la voz.
Determinar
cómo y en qué grado es patológica una voz no siempre es fácil. Las
circunstancias afectivas, emocionales, los factores culturales y estéticos, la
edad, el sexo, las exigencias y la autovaloración de la propia voz…son factores
que influyen directamente en la estimación de la patología vocal. La
hiperfunción vocal (cuando forzamos de manera inadecuada la voz) es origen de patologías como los nódulos de
cuerdas vocales, los pólipos o el edema de cuerda vocal.
Es
necesario realizar una exploración física de la laringe en toda disfonía
recidivante o que se prolongue más allá de 15 días, sobre todo si existe hábito
tabáquico. Puede mostrar la existencia de una tumoración de cuerda vocal. Una
forma de disfonía fisiológica es el cambio de voz que se produce en el varón
adolescente, que aparece entre los 15 y 18 años.
Los
problemas en los niños suelen ser debidos a malformaciones congénitas, como las
membranas laríngeas, angiomas o alguna otra alteración más infrecuente. En
edades más avanzadas, pueden aparecer papilomas laríngeos, originados por una
infección viral. Cuando el niño ya habla, pueden empezar a presentarse
alteraciones relacionadas, en la mayoría de los casos, por hiperfunción vocal. En
el adulto, la mayoría de las disfonías son causadas por hiperfunción vocal.
También puede originarse la disfonía en un trastorno neurológico de la laringe,
como puede ser en la disfonía espástica, que se caracteriza por espasmos de la
voz que impiden el flujo vocal regular, en el Parkinson o la miastenia gravis,
entre otras.
¿Cuáles
son los signos y síntomas de que tenemos una alteración en la voz?
Los
signos en las disfonías pueden manifestarse de forma aislada o combinados entre
sí y es frecuente que coincidan los síntomas con los signos presentes.
Los
síntomas referidos más frecuentes son: ronquera, voz monótona, voz
temblorosa, episodios de afonía, variaciones en la intensidad, frecuente
pérdida de los agudos o sensación de falta de aire al fonar.
Además,
el paciente con disfonía suele referir o presentar los siguientes síntomas no
fonatorios: tos, picazón, uso del carraspeo para aclarar la voz, sensación
de cuerpo extraño al tragar y dolor leve o moderado de garganta al hablar.
La
mayoría de las disfonías pueden ser tratadas con reposo de la voz y la
modificación de malos hábitos en el uso vocal. El tratamiento de la
disfonía originada por procesos infecciosos únicamente requiere reposo de voz
y, en ocasiones, antiinflamatorios. El tratamiento de los nódulos y el edema de
cuerdas vocales consiste en llevar a cabo rehabilitación logopédica y, en caso
de persistir, completar ésta con la extirpación microquirúrgica. En el caso del
pólipo de cuerda vocal, el tratamiento fundamental es la exéresis quirúrgica y
posterior rehabilitación logopédica.
Si
tenéis alguno de estos signos o síntomas, desde nuestro Centro os podemos
ayudar con la rehabilitación logopédica que llevamos a cabo. También para
consultas o dudas estamos a vuestra disposición.
Es
muy importante nuestra labor preventiva y tomar medidas antes de ocasionarnos
una patología en nuestra voz, os dejamos unos consejos muy útiles para cuidar la voz
(higiene vocal):
*
Beber entre seis y ochos vasos de agua al día.
Mantener un buen estado de hidratación asegura una óptima lubricación de las
cuerdas vocales. Por ello se recomienda reducir el consumo de aquellas
sustancias que producen deshidratación, como las bebidas alcohólicas o las que
contienen cafeína.
*
No fumar. El tabaco produce cáncer de pulmón
y garganta, en particular, y en muchos otros órganos. En concreto, da lugar a
cambios permanentes en el tono de la voz, su naturaleza y su capacidad.
*
No abusar o hacer mal uso de la voz. La voz
no es indestructible, por lo que hay que intentar no gritar ni elevar la voz
mucho cuando se está en ambientes ruidosos. Si notamos que nuestra garganta se
reseca mucho o que la voz se está volviendo ronca, debemos dejar de hablar.
*
No aclararse la garganta a menudo. Si carraspea
con frecuencia, se recomienda acudir al logopeda, puesto que puede estar
causado por reflujo, enfermedades alérgicas y/o de los senos paranasales.
*
Dormir lo suficiente. La voz es muy sensible
a la falta de sueño. Dormir menos de seis horas produce predisposición a
padecer lesiones vocales.
Beatriz
Ruiz Hernández
Logopeda
Nº
Col. 28/1047.
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