Como
todas las semanas, estamos de nuevo por aquí para seguir conociendo
peculiaridades y usos de nuestro servicio de Logopedia en nuestro gabinete de
Psicología y Logopedia CES EDUCA.
Hoy
vamos a abordar el tema de las dislalias. El/la niño/a con dislalia omite
ciertos sonidos, o los sustituye por otros de forma incorrecta; por ejemplo,
dice “apo” o “tapo”, en lugar de sapo. Con frecuencia, es capaz de pronunciar
correctamente las sílabas por separado /sa/ pero, al unir los fonemas, comete
errores. Esto hace que su lenguaje pueda resultar en ocasiones ininteligible.
Vamos
a ver cuáles son los diferentes tipos de dislalias:
Dislalias fisiológicas: son debidas a la inmadurez
de los órganos del habla cuando los niños y niñas todavía son pequeños, por lo
que todos pasan por una fase de dislexia, que debe preocupar a los padres si continúa
después de los 4 años de edad, porque entonces podría estar motivada por causas
orgánicas.
Dislalias audiógenas: están asociadas a un
defecto en la audición que impide al niño/a adquirir la facultad de expresarse
con normalidad (si su percepción auditiva es defectuosa, también lo será su
pronunciación), y dificulta su aprendizaje en la escuela.
Dislalias funcionales: se trata de un defecto de
la articulación del lenguaje originado por un
funcionamiento anormal de los órganos periféricos del habla. Los fonemas que se
omiten, sustituyen o deforman con mayor frecuencia son: /r/,
/s/, /z/, /l/,/k/ y /ch/. Este tipo de dislalia es el más común, y los
afectados no tienen ningún defecto orgánico que la provoque. Entre otras
causas, las dislalias funcionales pueden ser debidas a una educación
insuficiente o un entorno familiar o social poco favorable para el niño (bajo
nivel cultural y económico, desinterés de los padres...). Aunque en
ocasiones este tipo de dislalia desparece espontáneamente cuando el niño crece,
es preciso intervenir para corregirla si persiste después de los cuatro años,
para evitar las posibles consecuencias negativas que podría tener sobre el
desarrollo cognitivo y las relaciones sociales del menor.
Dislalias orgánicas:
también conocidas como disglosias, se dice que son orgánicas cuando los fallos
en la pronunciación están asociados a ciertos defectos de los órganos que
intervienen en el habla. Se clasifican en función de la zona defectuosa:
labiales, linguales, dentales, palatinas, nasales y mandibulares.
¿Cuáles
son los factores de riesgo?
Hay algunos factores que pueden predisponer a que un niño o niña padezca un
trastorno de este tipo. Así, los pequeños que son más tímidos o despistados,
los que están desmotivados o excesivamente estimulados (demasiadas actividades extraescolares), aquellos que en el seno
familiar están aquejados de falta de cariño o viven situaciones conflictivas
con frecuencia, incluso los niños agresivos tienen más posibilidades de tener
dislalia
.
¿Cómo
podemos ayudar a tu hijo/a con dislalia? Lo mejor es la prevención con la intervención
precoz en nuestro gabinete con nuestro servicio de Logopedia. Aunque el
pronóstico depende del tipo de trastorno y su causa, normalmente el habla puede
mejorar con una terapia adecuada. Esta se suele basar en la realización de
ejercicios para perfeccionar la musculatura utilizada en la producción de
sonidos. Así, se intenta que mejoren la articulación de las palabras, la
utilización de la respiración, el ritmo en la pronunciación, la
expresión...Normalmente, se le plantean al niño en forma de juegos, para que le
sea más sencillo y ameno adquirir estas nuevas habilidades. Para que la terapia
sea eficaz es importante que los padres se impliquen y ayuden al niño o niña
también en su propio hogar. Si tu hijo/a tiene un habla ininteligible o no
pronuncia algún fonema en particular, no dudes en consultarnos y te
asesoraremos para ayudarle a desarrollar correctamente su habla.
¡¡¡ FELIZ SEMANA PARA TOD@S!!!!
Beatriz Ruiz Hernández.
Logopeda
Col. 28/1047
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