miércoles, 12 de junio de 2019

¿CÓMO ME COMUNICO? (II)


¡Buenos días! Es la penúltima semana de curso y desde el Gabinete de psicología y logopedia de CES Educa os mandamos ánimos para los últimos exámenes y recuperaciones.

Esta semana queremos continuar con un tema del que hablamos hace unas pocas semanas y que es de vital importancia en nuestro día a día: cómo nos comunicamos. ¿Ya habéis reconocido cuál es vuestro estilo de comunicación predominante? ¿Habéis identificado en qué situaciones tenéis un estilo de comunicación más pasivo o más agresivo? Ya comentamos que pocas veces una persona se sitúa en un estilo de comunicación puro y va a depender de muchos factores tales como: nuestro estado emocional, la confianza con esa persona, nuestras habilidades de gestión de las emociones, la autoestima, entre otros.

Es importante tener en cuenta, que las habilidades sociales son fundamentales en nuestro día a día y están relacionadas directamente con nuestro bienestar personal y nuestra autoestima. Esto es debido a razones como:

Ø  En primer lugar, las relaciones interpersonales son nuestra principal fuente de bienestar, y también pueden convertirse en una fuente de estrés y malestar, sobre todo si tenemos déficits en las mismas.
Ø  Por otra parte, mantener relaciones satisfactorias con otras personas facilita la autoestima. ¿Acaso no nos sentimos mejor cuando cuidamos las relaciones personales con las personas de nuestro entorno?
Ø  En muchos casos, la falta de habilidades sociales nos lleva a sentir emociones negativas como la frustración, la ira o la tristeza; y a sentirnos rechazados, infravalorados o desatendidos por los demás.
Ø  Por último, las personas con pocas habilidades sociales son más propensas a padecer alteraciones psicológicas como la ansiedad o la depresión.
Con todo esto, ¿para qué nos sirve entrenar las habilidades sociales? Ser socialmente hábil nos ayuda a incrementar nuestra calidad de vida, en la medida en que nos ayuda a sentirnos bien y a obtener lo que queremos.

Pero no se trata de alarmarnos, sino de hacernos conscientes de que muchas veces descuidamos nuestras habilidades para relacionarnos con los demás, y esto puede tener efectos negativos tanto sobre nuestra autoestima, como sobre nuestro estado anímico. Por eso es importante que comprendamos y las pongamos en práctica; porque con entrenamiento seremos mucho más hábiles para enfrentarnos a situaciones incómodas. Un ejemplo de estas situaciones son aquellas en las que nos gustaría tanto ser capaces de decir “no”, responder ante una crítica que no nos guste, o dar nuestra opinión sin sentir que estamos ofendiendo a la otra persona.

El sentirse incapaz de defender tus derechos o dar tu opinión y relacionarte, o por el contrario, lo hace de una manera hostil sin tener en cuenta los sentimientos de los demás, van a tener un efecto en nuestra autoestima. ¿Cuáles son estos efectos en la autoestima según nuestro estilo de comunicación dominante?

-        Pasivo: las personas con un estilo de comunicación pasivo, a corto plazo, consiguen evitar los enfrentamientos y los posibles desacuerdos, lo que puede parecer positivo; pero a largo plazo esa evitación produce sensación de vacío y tristeza. Acaban evaluándose a sí mismos de forma negativa, ya que se sienten incapaces de expresar lo que desean. Incluso se pueden sentir dependientes de los demás, mostrar desconfianza, impotencia e incluso rencor ya que se sienten presionados a hacer lo que los demás les están pidiendo, aunque cuando esta presión no es real. Sienten en muchos casos falta de control sobre la situación. Se sienten en muchos casos incomprendidos por los demás. Además, sienten rabia hacia sí mismos por no enfrentarse a las situaciones y hacia los demás por hacerles peticiones que les sitúan en la incómoda situación de tener que aceptar aquello que no quieren.

-        Agresivo: a corto plazo, en muchas ocasiones podríamos decir que consiguen resultados positivos porque expresan sus emociones, su conducta genera sentimientos de poder y superioridad ante los demás. Aunque, no debemos olvidar, que también pueden obtener resultados negativos de Ira o ansiedad a raíz de sus respuestas. A largo plazo los resultados se vuelven aún más negativos ya que aparecen los sentimientos de culpa y remordimiento por la conducta realizada. Sus relaciones sociales se deterioran a raíz de la tensión que se genera, y en consecuencia pierden a personas que para ellos son importantes, así como también llegan a sentirse rechazados.

-        Asertivo: el estilo asertivo a corto plazo, suele conseguir lo que quiere/necesita con “mano izquierda”. Se respeta a sí mismo y a los demás, y se siente respetado. A largo plazo, se siente a gusto y bien consigo mismo, y los demás se sienten a gusto con él/ella puesto que los respeta y les muestra sinceridad en sus opiniones. Además actúa de acuerdo a sus principios y valores.
Hasta aquí la publicación del blog de esta semana. Esperamos que os haya resultado interesante y os anime a seguir reconociendo cuál es la manera que tenemos de comunicarnos y si puede estar teniendo alguno de estos efectos en nuestra vida en nuestra autoestima.
Como siempre, sabéis que podéis llamarnos y concertar cita para cualquier duda o problema que os esté generando malestar que en el Gabinete de psicología y logopedia de CES Educa estaremos encantados de ayudarte.

¡BUENA SEMANA!
Laura Alonso Rodríguez
Psicóloga colegiada M-28753

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